22 abril 2011

Paranoia, paranoia

Recientemente, se ha conocido que Apple registra en los iPhones información sobre la localización del usuario en un archivo sin encriptar pero oculto en el iPhone. De este archivo se guarda una copia en el ordenador cada vez que se sincroniza con el iPhone. El archivo contiene datos sobre las coordenadas geográficas en las que ha estado el usuario, sacados de las antenas de telefonía a las que el teléfono se ha conectado. Por lo que se sabe, el archivo se limita a quedarse en la memoria del ordenador y del iPhone, no siendo nunca transmitido a Apple ni a terceros. Pero hace posible, para cualquiera que pueda tener acceso a tal archivo, recopilar fácilmente la información acerca de dónde se ha encontrado un usuario. Los ingenieros que han destapado el asunto, antiguos ingenieros de Apple, han diseñado una aplicación para Mac OS X para abrir y, eventualmente, borrar el archivo en cuestión.

A raíz de esto, que naturalmente es un faux pas por parte de Apple, pero nada más, se ha desatado la habitual histeria paranoide de que "las corporaciones nos vigilan". Usuarios celosos de su privacidad han puesto el grito en el cielo ante lo que interpretan como una incursión intolerable en su vida privada. Y la verdad, yo no veo el motivo de tanta paranoia.

Todos los que usamos internet en algún momento podemos ser rastreados. Todos los que pagamos impuestos, compramos una casa, tenemos una cuenta bancaria, usamos tarjetas, etc. estamos generando datos que van a parar a alguna parte y al que alguien, en principio, podría tener acceso para saber qué es lo que estamos haciendo y dónde (e incluso, con quién). La alternativa es realmente irse a vivir a una cabaña en el bosque, y aún así no estoy seguro de que se pueda desaparecer por completo.

Entiendo que existan personas que necesiten guardar celosamente la información de dónde se encuentran. Políticos, policías, mafiosos, y otras gentes de mal vivir me vienen a la cabeza. Pero la inmensa mayoría de la masa estamos protegidos por una poderosa defensa: el anonimato que proporciona ser uno de entre cientos de millones de personas. ¿A quién le importa dónde ha estado este mono? Igual que a este mono le da igual que sepan dónde ha estado. Es por eso que la mayoría de la gente no tiene problemas en subir fotos de sus vacaciones a Facebook, o postear en Twitter, o usar cualquier otra de las redes sociales. Incluso los paranoicos extremos que se niegan a usar las redes sociales recurren al email, con el que sigue siendo posible localizar desde dónde lo han enviado. Pero es inconsistente ponerse paranoico por la existencia de un registro de localización en tu iPhone/ordenador que no se envía a ninguna parte, y usar las redes sociales y otras aplicaciones de internet que sí transmiten información de qué, cuándo y dónde está haciendo cada uno.

Paranoias, las justas.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. Nuestra mejor defensa es nuestra irrelevancia. Pero hay gente que todavía vive de vender imaginarias luchas desiguales contra malignas corporaciones y opresores capitalistas.

doblepe dijo...

Es peligroso banalizarlo (muy peligroso):

1. La irrelevancia no es una protección ni siquiera una cortina de humo
1a: programas de análisis masivo de datos grises con "alertas" de peligros (como por cierto se relata en algunas novelas paranoicas xD). Accesibles a muchos, no sólo a los grandes gobiernos y malvadas corporaciones.
1b: no eres irrelevante. Lo que quieres decir es que no eres una persona de calado mundial. Y?? Tu ex, tu vecino: el primero que consigue tu ordenador y el segundo que te roba el wifi, te puede robar información relevante y joderte. O usar este programa tan chulo para saber donde esta tu nueva pareja o... La relevancia no solo está en al gente que sale en los periodicos
1c. Y si esa es la protección. Si algún día te haces famoso te permiten retirar tus datos?
1d. Y??? Osea que la gente famosa no tiene derecho a la privacidad. Vaya tonteria.
1e. Pues nada :p Publica tu cartilla médica y tus datos bancarios, como eres un anónimo...

2. Sí, el banco lo hace cuando pago con tarjeta y pretender una perfecta privacidad es imposible. Pero no justifica que se dañe aún más y encima se tache de paranoico al que lo saca a relucir. Si ese argumento se extendiese a otras cosas...
P.e: No pasa nada aporque se robe más porque es bastante generalizado en Madrid, vete al monte. Aunque evidentemente es una exageración es para señalar lo arbitrario de esta argumentación, dónde está lo aceptable? en la media de robo de datos? Y si se va aumentando con el tiempo?.

3. Los ejemplos que dices son en su gran mayoría voluntarios, lo cual difiere diametralmente con el caso de análisis.

El mono mecanógrafo dijo...

Respuesta:

1. La irrelevancia sí es una protección. La irrelevancia de que nadie puede hacerme nada con los datos de dónde estoy o qué hago.

Los argumentos desde la ficción no son argumentos en absoluto. E insisto, que lo único que podrían hacer con datos de los movimientos de la mayoría de personas es estudios de mercado y márketing. Sólo son datos de dónde estás.

Lo que quiero decir con la irrelevancia es que somos sólo uno más entre millones de personas. Un simpático personaje decidido ha hacerte daño tiene infinidad de posibilidades para ello sin necesidad de usar un teléfono o datos de internet: pueden, simplemente, seguirte al viejo estilo (gabardinas y lunas tintadas). En última instancia, todo ese seguimiento, informático o no, tiene un coste, coste que los "enemigos" comunes de la inmensa mayoría de personas no está dispuesto a pagar. Y a los que sí podrían pagarlo no les importamos. Triste, tal vez, pero cierto.

Lo de que la gente famosa no tiene derecho a la privacidad no se de dónde te lo sacas. No he dicho nada al respecto. Simplemente digo que los "anónimos" no tenemos esas preocupaciones. Los famosos sí, pero afortunadamente también tienen los medios para defenderse (€€€)

Y lo de publicar tu cartilla médica y datos bancarios... lo siento doblepé, pero eso es de un demagógico canalla que da risa.

E insisto, ni Apple ni Google (Android) roban datos de la gente. No hay evidencia de que lo hagan. Sólo hay evidencia de que hay un fichero que guarda tus datos SIN TRANSMITIRLOS en tu iPhone / ordenador. Llamo la atención sobre el contrasentido (a mi juicio) de rasgarse las vestiduras por unos datos relativamente inocuos que no se transmiten, y al mismo tiempo no tener problema alguno con datos mucho más sensibles que transmitimos a diario.

Felipe Heredia de Haro dijo...

No simpatizo con las teorías conspiratorias, pero no creo que la irrelevancia sea protección suficiente cuando llega el caso. De hecho, no creo que la irrelevancia sea tal irrelevancia, llegado el caso. Hay infinidad de situaciones imaginables, como apunta Doblepé, que no son en absoluto de ciencia ficción, en las que el uso malicioso de la información puede hacer mucho daño. Conozco casos reales de ex maridos que se meten en las cuentas de Facebook de sus ex mujeres con afán de controlarlas y perjudicarlas todo lo que puedan. Si a mí me quieren investigar durante un proceso de selección de personal, pueden empezar por buscarme en Google, lo cual, entre otras cosas, mostrará cartas que he escrito a los periódicos, muy reveladoras de mis posiciones políticas (cosa que asumo gallardamente: pero también soy consciente de que podría perjudicarme). Hay profesores que se meten de lurkers en los foros de los alumnos: si se lo propusieran, no les sería difícil identificar a algunos y, llegado el caso, represaliarlos por lo que digan o hagan en esos espacios. No te digo nada ya del spam y similares. El argumento del coste que tienen estas intrusiones no es sólido, porque precisamente de eso se trata: de que el coste de saber información sobre uno, que uno no quiere necesariamente que se conozca, es cada vez menor, gracias a la tecnología. Antes, el Corte Inglés mandaba agentes a las casas de sus candidatos a empleados para preguntar si eran buenos vecinos, si se emborrachaban o trasnochaban, en fin, esas cosas que el candidato habitualmente no cuenta durante la entrevista. Esto es así, se hacía. No sé si sigue haciendo. Esas medidas sí que tenían un coste alto, que el Corte Inglés estaba dispuesto a asumir para investigar a gente, por lo general, irrelevante, ¡pero no irrelevante para ellos! O sea que con más razón lo hará si el coste es infinitamente menor: insisto, de eso va la tecnología, de reducir costes. Frente a todos estos ejemplos, de andar por casa y totalmente ajenos a teorías de la conspiración, hay dos líneas de defensa: por un lado la acción personal, y por otro el imperio de la ley, que debe ocuparse, ¡por supuesto! de este tipo de cuestiones. Si, por ejemplo, mi empresa lee mi correo electrónico y usa sus contenidos (algo técnicamente trivial) para despedirme, yo debería poder denunciarles. No, no hay nada imaginario ni risible en la preocupación por los datos personales. Respecto a la anécdota que da pie al comentario: cuidado, yo no digo que Apple robe datos de usuario. Digo que no pasa nada por estar atentos. Y que el argumento de la irrelevancia es falso. Es como si dijera que como soy pobre, voy a dejar la puerta de casa abierta y que entre quien quiera a llevarse lo poco que tengo. Pues no.

Erica Turner dijo...

Great post you have shared.
Canon printer error code 1403

adam scott dijo...


Nice post. I was checking constantly this blog and I’m impressed! Extremely useful info specially the last part I care for such information a lot. I was seeking this certain info for a long time. Thank you and good luck.
epson printer error code 031008