Así que el Consejo Constitucional francés considera que prohibir el matrimonio homosexual no es ilegal. De esta forma, el Consejo considera que una ley que discrimina a las personas por razón de orientación sexual es perfectamente compatible con su constitución.
Vaya con el Liberté, Egalité, Fraternité.
Es cierto que esto no significa necesariamente que el matrimonio homosexual sea inconstitucional; sólo significa que su ilegalización no lo sea (lo que ya es bastante tela). Pero el derecho a contraer matrimonio con quien te dé la real gana es una de esas cosas que en verdad no tendrían que generar tanta controversia.
¿En qué perjudica al conjunto de ciudadanos el que los homosexuales puedan casarse? A la hora de la verdad, en nada. El que dos personas del mismo sexo se casen entre ellas no quita ni pone nada al resto de la ciudadanía, al igual que el matrimonio entre dos personas de sexos opuestos. ¿Por qué entonces no es legal?
Porque los que se sientan a hacer las leyes son esclavos de prejuicios religiosos o porque son esclavos de votantes esclavizados por sus prejuicios religiosos. Ninguna de las cuales es una buena razón para legislar sobre nada.
Tal vez haya que tomar la Bastilla de nuevo.
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