El libro 1984 de Orwell describe una distopía política en la cual la humanidad es controlada mediante el empleo de nuevas tecnologías. Ojos espía, micrófonos, y otros artilugios son empleados para controlar hasta los comportamientos más privados de la gente. Orwell escribía en 1948, pero muchos conspiranoicos han querido ver en su libro una anticipación de nuestra época actual. El argumento sería el siguiente: somos hoy completamente dependientes de la tecnología de la información, y por lo tanto somos vulnerables de ser controlados. Internet, la telefonía, etc. son así herramientas mediante las cuales el poder (sea quien sea) nos controla y nos vigila.
No hay más que ver los últimos eventos en Egipto para darse cuenta de que esto es patentemente falso. El poder no es una entidad todopoderosa capaz de controlarlo todo. Los manifestantes y revolucionarios en Egipto han hecho uso de las redes sociales como Facebook o Twitter, del correo electrónico, de los sms. Sólo cuando el gobierno ha bloqueado el uso de Internet (evidencia de que no lo controlan) han pasado a sistemas de comunicación más primitivos (el megáfono y el correveidile). Pero para entonces la revolución ya estaba en marcha.
Creo que los conspiranoicos lo tienen cogido completamente al revés. La democracia y la libertad individual son cada vez más posibles, no menos, gracias a las nuevas tecnologías. Los tiranos de épocas pasadas controlaban a la población fundamentalmente mediante el control de la información. El secretismo y el oscurantismo siempre han sido las herramientas que tenía que aprender a usar cualquier aspirante a dictador. El flujo de información es enemigo de los tiranos, y esto es algo que se sabe desde hace siglos. ¿De qué tipo de información estamos hablando? Por supuesto, información de tipo práctica: qué está pasando, dónde, a quién. Cómo resistirse, dónde manifestarse, quién coordina, etc. Pero eso es sólo la guinda.
La información más importante son las ideas. Los manifestantes de Egipto, como los de cualquier otra parte del mundo que tenga conexión a Internet, tienen acceso a los escritos y a las ideas del resto del mundo. Saben cómo funcionan las democracias modernas gracias a que pueden leer los periódicos, los blogs. Y sobretodo pueden discutir ellos mismos las ideas en YouTube, en Facebook, o en Blogger. Hay por lo tanto un enorme flujo de información, un verdadero tráfico de ideas. Y es ese tráfico de ideas el que mueve la democracia.
Se me dirá que soy un idealista. Los conspiranoicos y los cínicos se reirán sin duda, puesto que es "evidente" que esta revuelta en el mundo árabe no es más que un puñado de idiotas siendo manipulado por oscuros agentes que lo último que quieren es la libertad del individuo. Tal vez. Pero discutir con conspiranoicos es lo mismo que discutir con fanáticos religiosos: una pérdida de tiempo. Por mi parte, creo que hay que saber cuándo ser pesimista y cínico, y cuándo ser razonablemente optimista y positivo. Creo que los egipcios (y los tunecinos, y los yemeníes, y el mundo árabe en general) nos han dado una lección de democracia, especialmente valiosa por proceder de quien menos la esperábamos.
Habrá que esperar que no se joda. Pero eso sería ser pesimista y cínico.
2 comentarios:
Con todos mis respetos, eres un perfecto ignorante. Si crees que la visión europea occidental de lo que llamas democracia se asemeja en lo mínimo a lo que ocurre en Egipto, eres tonto.
Los movimientos islámicos radicales ya tomaron la mayor parte de la calle. Han originado una serie de actos terroristas contra intereses egipcios con Israel y Jordania por ser demasiado cercanos a EEUU. Hoy día Egipto es un barril de pólvora en camino a irán.
No ha pasado apenas un mes desde que soldados egipcios lanzaron un RPG contra civiles al otro lado de la frontera.
Estúpidos izquierdistas como tu siguen viviendo en una nube de cagadas morales, a la espera de la tercera guerra mundial donde a Europa la van a dar por culo todos los islámicos juntos. Por alguna estupidez conjunta, pensáis que si os portáis bien con los árabes, la próxima bomba no caerá en Madrid. Anda que no os espera una sorpresa.
En primer lugar, gracias por dejar un comentario en el blog. En segundo lugar, varias puntualizaciones.
Es incoherente empezar un post con "Con todos mis respetos" para luego decirme lindezas como "perfecto ignorante", "eres tonto", y "estúpido izquierdista". Si vas a insultar a alguien, hazlo por favor sin preámbulos políticamente correctos. Gilipollas.
Vamos al núcleo de tus críticas. Evidentemente que lo que ocurre en Egipto no se asemeja en lo más mínimo a lo que es una democracia. Por eso mismo se están manifestando decenas de miles de personas. Porque tras 40 años de dictadura han encontrado el valor de decirle a Mubarak que se vaya de una vez. Es cierto que eso no es garantía de nada (ninguna revuelta lo es), pero es potencialmente una revuelta que podría dar a lugar a un Egipto democrático a medio o largo plazo.
Evidentemente en todas estas revoluciones existe el peligro de que los islamistas tomen el poder; la clave estará en que los países democráticos desplieguen sus artes diplomáticas para que ello no suceda. Porque lo que llamas occidente tiene mucho que ganar de un oriente democrático.
Yo podría responder a estúpidos derechistas como tú (por implicación lógica de tu comentario) que aprendan a diferenciar entre árabe e islamista, que no son la misma cosa. He escrito por ahí algunas cosas de lo que pienso del Islam, léelas para despejar toda duda sobre mi posición al respecto.
Y para concluir, decirte que esa especie de escenario de Ragnarok/Apocalipsis (elige tu mito religioso) que pintas, con una tercera guerra mundial, es propio de una mente enferma conspiranoica indistinguible de las posiciones izquierdistas que tanto criticas.
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